Descripción
En el texto, Borges se plantea como dos seres distintos que dependen el uno del otro. Uno, quien narra, es el que tiene vivencias experienciales de las cuales el otro, el escritor, se alimenta para producir sus escritos. Esto se evidencia porque, a lo largo del texto, la mayoría de los pronombres presentes se usan para hacer referencia al Borges narrador, “yo vivo, yo me dejo vivir, para que Borges pueda tramar su literatura y esa literatura me justifica”, lo que permite que el lector pueda diferenciar cuándo se está hablando de esa entidad en contraposición al otro Borges, el escritor. Los pronombres utilizados para producir este efecto de sentido son pronombres que, según el criterio morfológico, están en primera persona singular, y que varían su caso dependiendo de la función sintáctica del pronombre (yo/me/mí). En el texto se puede rescatar las siguientes frases que ejemplifican la utilización de pronombres variando el caso: “aunque me consta su perversa costumbre”; “sólo algún instante de mí podrá sobrevivir” y “yo estoy destinado a perderme”. Esto tiene por consecuencia que el protagonista del relato sea el Borges narrador, lo que produce entonces una diferenciación y un distanciamiento entre ambos Borges.
Nada me cuesta confesar que ha logrado ciertas páginas válidas, pero esas páginas no me pueden salvar, quizá porque lo bueno ya no es de nadie, ni siquiera del otro, sino del lenguaje o la tradición. Por lo demás, yo estoy destinado a perderme, definitivamente, y sólo algún instante de mí podrá sobrevivir en el otro. Poco a poco voy cediéndole todo, aunque me consta su perversa costumbre de falsear y magnificar.
Review Borges y Yo.